Los monoambientes cada vez se utilizan con más frecuencia para el uso residencial; son ideales para una sola persona, o quizá una pareja. 

Como lo dice la palabra, los mismos se desarrollan integrando en un mismo espacio salón, comedor y cocina y dormitorio. Si bien es un desafío lograr una distribución cómoda, te damos varios consejos que van a ayudarte a organizar el espacio y a sacar ventaja a esta tendencia que es aprender a vivir en espacios reducidos.

1) Primero y principal, la luz. La iluminación, en lo posible natural y complementada con artificial es indispensable, como también el aprovechamiento de ventanas para la ventilación del ambiente. Traer luz te ayudará a no sentirte oprimido y encerrado en un espacio pequeño como es un monoambiente. Para artefactos de iluminación te sugerimos escoger pantallas embutidas, que darán sensación de amplitud visual y cumplirán su función a la perfección. Puedes escoger algunas lámparas de pie para rincones especiales. 

2) La elección del color, otra estrategia clave. Inclínate por colores claros, tanto en paredes, como en techos y suelos. Destina aquellos más vibrantes para algunos pequeños detalles de decoración, tales como alfombras, almohadones, y quizá algunos muebles pequeños.

3) ¿Qué mobiliario escojo? Ten clara una cosa, en un monoambiente debes saber que podrás tener los muebles esenciales. Es clave tener un criterio funcional y práctico. Te recomendamos elegir muebles multifunción, tales como armarios con camas desplegables, mesas ampliables, mesitas auxiliares que funcionen como banquitos, etc. Es cuestión de ser creativo y buscarle la vuelta. Ten en cuenta que si decides poner una cama normal, quizá sea propicio que pase un poco desapercibida y se integre al salón, por lo que por ejemplo, podrían evitarse los almohadones o las mesas de noche (reemplazables por una estantería superior); otra buena idea seria aprovechar la base de la cama como zona de guardado... 

Para el comedor, otro buen "tip" sería diseñar una buena barra que lo divida con la cocina, y obviar la mesa, que suele ocupar mucho lugar. Si prefieres, en cambio, tener una mesa, búscate unas sillas agradables para las puntas, y utilízalas como sillones cuando los necesites. 

5) Potenciar paredes. Sí, las paredes pueden ser tus grandes aliadas. Lo ideal sería buscar una o dos protagonistas y disponer en ellas estanterías, bibliotecas o zonas de guardado y apoyo. Procura que el mueble sea del mismo color que el fondo, para que visualmente se fundan.  

6) Si tienes techos altos, ¡enhorabuena! Construir un altillo para poder dividir tu dormitorio o armar una pequeña oficina, vas a ganar mucho espacio de esta manera. 

7) Último y no menos importante: elige, si decides dividir zonas, pantallas visuales ligeras, traslúcidas y/o parciales. Un mueble tipo biblioteca, un cristal, algunas piezas de madera verticales de piso a techo, etc. Y dale un estilo congruente a tu mobiliario y a los detalles que elijas. Recuerda que el concepto de monoambiente es que todo este organizado en un sólo espacio, y que éste tenga un diseño integral. 

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